No me parece que hoy pueda elegir experimentar sino paz. Sin embargo, mi Dios me asegura que Su Hijo es como Él. Que pueda hoy tener fe en Aquel que afirma que soy el Hijo de Dios. Y que la paz que hoy elijo experimentar dé fe de la verdad de Sus Palabras. El Hijo de Dios no puede sino estar libre de preocupaciones y morar eternamente en la paz del Cielo. En Nombre Suyo, consagro este día a encontrar lo que la Voluntad de mi Padre ha dispuesto para mi, a aceptarlo como propio y a concedérselo a todos Sus Hijos, incluido yo.
Así es como deseo pasar este día Contigo, Padre Mío. Tu Hijo no Te ha olvidado. La paz que le otorgaste sigue estando en su mente, y es ahí donde elijo pasar este día.